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El organismo
internacional advirtió sobre la activación de redes de tráfico de niños
vinculadas al "mercado ilegal de la adopción"
que entran en acción en las catástrofes humanitarias.
los
niños deYa antes del mortal terremoto del 12 de enero, Haití, uno de los países
más pobres del mundo, tenía 380.000 huérfanos, según la Unicef.
"Hasta el momento tenemos
reportes de unos 15 niños desaparecidos de los hospitales y que no se encuentran
con personas de sus familias", dijo Jean-Luc Legrand,
consejero regional de Unicef.
En tanto, Unicef España y varias ONG
desaconsejaron el acogimiento y la adopción internacional como
forma de ayudar a los niños afectados por el terremoto que ha devastado Haití.
"El principal motivo es que, tras una catástrofe
natural, existen muchos desaparecidos y eso impide conocer la situación
familiar en la que quedan muchos niños y niñas", afirman Unicef
España, Aldeas Infantiles SOS, Cruz Roja, Intermón Oxfam, PLAN y Save The
Children.
Según el comunicado, la adopción y el
acogimiento, "que suponen un desarraigo con el entorno de origen, están
especialmente desaconsejados en los momentos inmediatamente
posteriores a las catástrofes por las consecuencias
emocionales que generan en sus vidas".
Los firmantes consideran que está "demostrado que la evacuación de
niños y niñas víctimas de una catástrofe y su colocación temporal en familias en
el extranjero es más traumática que útil", ya que "el cambio en
el entorno conlleva un nuevo trastorno en sus vidas".
Los esfuerzos -subraya la nota- deben concentrarse en
aportar a los niños "una protección básica en su entorno habitual de
vida", como el registro para preservar su identificación, alojamiento,
alimentación, cuidados médicos y atención afectiva.
En cambio, Unicef
indica que "algunos procedimientos de adopción de niños haitianos habían sido
llevados a cabo antes del terremoto. En estos casos, la partida
de los niños hacia sus nuevos hogares presenta reales ventajas,
tras un proceso real de identificación", dijo.
El terremoto de siete grados en la escala de Richter que devastó
el 12 de enero el área metropolitana de Puerto Príncipe provocó la muerte de más
de 100.000 personas y dejó sin techo a 1,5 millones de haitianos, según cifras
del Gobierno del país caribeño.